26 de diciembre de 2011

ATARAXIA SOCIALISTA


 A diferencia de la Aponia (tranquilidad del cuerpo), existe una noción exponencial fundamentada en la moral epicureísta adaptada como “Ataraxia Socialista” remontada en los cimientos del Socialismo (término que apareció en 1830) en especial, el científico. 

Karl Marx & Friedrich Engels
El Socialismo Científico fue propugnado por Carlos Marx y Federico Engels, juntos redactaron un programa teórico y práctico llamado El manifiesto del Partido Comunista en 1848, en donde hacen un llamado a todos los obreros del mundo para hacer la revolución contra la burguesía del cual se exponen ideas para lograr la autenticidad radical del bien de la comunidad.

 Desde los albores de la Revolución Industrial, provocado por el surgimiento de movimientos obreros (sindicatos) que reclamaban seguridad laboral y salarial, los principales ideales que fundamentaron el nacimiento del Socialismo Ataráxico no fueron fruto del pensamiento obrero ni apónico sino del trabajo de intelectuales pertenecientes a los sectores mas acomodados como la necesidad de que los bienes materiales no fuesen propiedad privada, algo que hoy en día prevalece en casi todo el mundo.
 
Toda la historia de la humanidad ha sido una lucha de clases, una lucha mental, una lucha meso-diobélica que atenta contra la individualidad intelectiva en cuanto al ser. Debido a esto, surgen problemas que aun afectan a la sociedad de manera objetiva como subjetiva, por ejemplo la individualidad, la especulación financiera, la pobreza, la discriminación, la desigualdad, e incluso la intolerancia misma.

Socialismo, ciencia del ejemplo
¿No sería la sociedad mucho mejor sin los prejuicios que el capitalismo acarrea, tales como el boom del consumismo? ¿No sería mejor si el individuo como tal se preocupara por la sustentación en general en cuanto a sociedad? ¿No crees que sin la lucha de clases habría menos degradación hacia los pocos que tienen y/o viceversa?

En la Ataraxia Socialista el equilibrio se logra por la vía intelectiva, que es el más alto de los placeres... y  si a la razón le corresponde moderar la dualidad entre dolores y placeres, también le corresponde renunciar a muchos de ellos de manera selectiva y benéfica a razón de la comunidad en la que se vive. Y para lograr aquella felicidad y esa paz imprescindible, el hombre solo tiene necesidad de si mismo, como tal no le hace falta, pues, la ciudad, las instituciones, la nobleza, las riquezas, ninguna otra cosa y ni siquiera a los llamados dioses. El hombre es completamente autárquico en cuanto a su felicidad, y al ser así, se es transitorio alcanzar una verdadera Ataraxia Socialista.

Que sea la fuerza y no la ausencia la que determine el mundo digno que queremos; la que soñamos, por fortuna, existe en cada uno de nosotros…

¡NO MARQUES LA CRUZ, NO FINANCIES FASCISMO!

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